EDITORIAL.

6 de mayo del 2024.

En ocasiones, los seres humanos pensamos “cuando Dios nos de la oportunidad, haremos tal o cual cosa”, y no…Dios siempre nos da la oportunidad, es cuestión de aferrarnos a su mano, no soltarnos e iniciar lo que consideremos bueno.

Cuando decimos, “Dios me soltó de su mano”, cometemos un gran error, Dios siempre está con su mano extendida hacia nosotros y somos los seremos humanos los que debemos aferrarnos a la de Él, a fin de que encontremos las posibilidades que nos lleven a seguir adelante, y a que, si en un momento dado caemos, de inmediato nos levantemos y continuemos por el camino en que estemos seguros que contaremos, no solo con su gran presencia, sino con su ayuda incondicional.

Aferrarnos a la mano de Dios, es vivir día con día, no solo amándolo y admirándolo, sino haciendo su voluntad, a pesar de que en ocasiones no nos guste, recordando siempre que la voluntad de Dios es y será buena, agradable y perfecta.

Agradecimiento infinito a mi Gran León de Judá, a quien hice mi hermano y mi amigo, pero sobre todo mi protector, ese hombre que dio ejemplo de que, a pesar de la adversidad, se puede cumplir con la voluntad de Dios, y quien además de siempre haber actuado a favor de los humanos, fue golpeado y castigado, como estaba escrito, dando su vida para otorgarnos salvación y vida eterna; siempre y cuando hagamos la voluntad de Dios.

Actualmente México, no solo vive un proceso electoral, en el que se definirá el destino de la nación, sino que además vive la época más insegura y violenta de que se tenga registro en la historia; creo, no es momentos de buscar culpables, ya lo sabemos, ni de hacer señalamientos, creo que es momento de pensar con objetividad, cual es la vida que Dios desea para México, creo, una vida con seguridad, sin violencia, con esperanza y en la certeza de elegir al o los mejores seres que puedan hacer realidad lo anterior, y para ello, considero que seguir el consejo de Dios, será factor indispensable para rescatar nuestra nación de quienes la han dañado, y no digo nombres ni señalo organizaciones políticas, que a mi consideración, estas últimas, todas, cayeron en la bajeza, en la actitud de lograr el poder, para llegar al tener, pero no para todos…. solo para unos cuantos.

ATTE.

Pisu Enríquez.